La actividad fue todo un éxito y estuvo adaptada a cada grupo de edad:

• Con los niños de 3 años: trabajamos la programación básica de Bee-Bot mientras los peques intentaban “cazar” la mayor cantidad de pequeños tesoros dispersos por el tablero. El reto consistía en programar al robot para llevarlo hasta los montones de “tesoros” (tuercas, arandelas y clips). ¡Una forma divertida de aprender a moverse por el espacio y desarrollar la lógica!
• Con los niños de 4 y 5 años: subimos un poco el nivel y trabajamos, además de la programación, las cantidades y aproximaciones. Colocamos diferentes montones de “tesoros” y, a simple vista, tenían que decidir cuál era el montón con más piezas. Después, programaban a Bee-Bot para llevarlo hasta ese montón. El equipo que acertara y cazara el mayor tesoro ¡ganaba la partida!Esta actividad no solo resultó divertida y motivadora, sino que también fue muy educativa: los niños trabajaron la lógica, la percepción visual, el conteo aproximado y, por supuesto, mejoraron sus habilidades en programación y orientación espacial.

  ¡Una experiencia innovadora y diferente que demuestra que aprender jugando es la mejor manera de crecer!